La metodología Lean es una metodología ágil cuyo objetivo es prescindir de aquellas actividades que disminuyan la eficacia de los proyectos, ocasionando una reducción directa del valor de los mismos. Por tanto, se convierte en prioridad eliminar el exceso de trabajo que no aporte valor real, y enfocarse en las actividades que lo sumen.
Esta metodología tiene su origen en el Sistema de Producción Toyota o TPS, creado por los ingenieros de la misma compañía en la segunda mitad del siglo XX. La piedra angular de esta metodología era la eliminación de los “desperdicios corporativos” en las interacciones con otros agentes del mercado.
Esta manera de gestionar proyectos ha influido en metodologías, entre las más destacadas:
- Agile.
- Kanban.
- Scrum.
Los 5 principios Lean
Para implementar adecuadamente esta metodología, es necesario guiarse por estos 5 elementos:
Valor
Son aquellos elementos del producto o servicio que satisfacen las necesidades del cliente, es decir, es el motivo por el que lo adquiere o solicita. Por ello, es importante identificar dónde está exactamente el valor en el producto, encontrar el equilibrio entre las mencionadas necesidades y las actividades del productor.
Cadena de valor
Son aquellas actividades necesarias para generar el producto. Elaborar un diagrama de la cadena de valor desde principio hasta el final del proyecto puede aportar claridad visual. Las tres actividades básicas se consideran, desde el principio hasta el final del proyecto:
- Resolución de problemas.
- Gestión de la información.
- Modificación de la materia prima.
Una herramienta ampliamente utilizada para esta labor es el Mapeo de Flujo de Valor, Value Stream Mapping, o VSM.
Flujo de valor
Se persigue una actividad que produzca valor de forma ininterrumpida.
Esto permite una reducción en costes, tanto económicos como temporales.
Producción pull
Se basa en la premisa de que no se comienza la cadena de trabajo hasta que no exista una demanda real por parte de los usuarios.
Eso sí, es importante tener en cuenta un posible aumento drástico de la demanda y saber adaptarse a la situación.
Perfección
Se busca alcanzar la perfección o, al menos en la medida de lo posible, intentarlo.
Cómo aplicar la gestión de proyectos Lean
Teniendo en cuenta los elementos anteriores, los pasos a seguir para implementar la metodología son:
- Identificar el valor del producto o servicio.
- Mapear la cadena de trabajo.
- Permanecer en un flujo de trabajo constante.
- Aplicar el sistema pull.
- Buscar la perfección.
Algunas de estas actividades de las que podemos “prescindir”, como ejemplo real, podrían ser:
- La adquisición de herramientas con un coste elevado.
- Cambiar de tareas u ocupaciones antes de tiempo.
- Realizar trabajos innecesarios.
- Sobreprocesamiento de las mismas labores.
- Alargar los tiempos de espera.
- Incurrir en más errores de los debidos debido a que ha tenido lugar alguno de los puntos anteriores.
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