Estos programas, como detallamos a continuación, ofrecen numerosos beneficios a las empresas. Además, si se ejecutan correctamente, pueden suponer un avance al punto que aprendan de su propio funcionamiento a través de la inteligencia artificial. Así es como el software de automatización puede desarrollarse hasta emplear una IA, y suponer un antes y un después en empresas de cualquier ámbito.
Qué es un Software de automatización
Se trata de un programa que permite transformar tareas rutinarias en automáticas, permitiendo así que se reduzca o no sea necesaria la intervención por parte de las personas.
Partiendo de esta base, es posible escalar hasta la simplificación o automatización íntegra de procedimientos completos.
Se utiliza principalmente en:
- Administración de procesos empresariales o BPM.
- Automatización robótica de procesos o RPA.
Beneficios
El software de automatización se puede emplear en diversos ámbitos, a pesar de que su uso sea más común en ciertos sectores (como el automovilístico o el de la salud). Dependiendo de cómo se adapte a cada empresa, puede ayudar en determinadas labores.
De forma global, aun así, ofrece las siguientes ventajas:
- Aseguran que, al menos en las tareas ejecutadas por el software de automatización, se cumplen las normativas pertinentes.
- Optimización y eficiencia de los procesos al realizar las tareas con exactitud.
- Rentabilidad en la inversión ya que, si bien al principio el desarrollo y la implantación pueden suponer un costo más alto, el importe de mantenimiento no es desorbitado.
Paso previo a la IA
El software de automatización, como hemos mencionado, comienza a formar parte de la actividad diaria de la empresa en la resolución de las tareas. Por ello y, dependiendo del volumen y la profundidad de las labores que realizan, pueden llegar a considerarse “mano de obra”. Esto supondría ascender un nivel frente a la mera ejecución de labores sencillas.
A pesar de tener la capacidad de realizar procesos de cierta complejidad, su actividad hasta este punto no está sujeta necesariamente al uso de la inteligencia artificial (IA). Así, el siguiente paso es el empleo de la misma. Esto implica que, a medida que cumplen su cometido, “aprenden” de su propia actividad y mejoran a medida que continúan realizándola. Un ejemplo de ello son los chats que emplean la IA, que hacen uso del NLP.
