Esta técnica, inspirada por un “tomate”, ha supuesto un antes y un después en el hábito de estudio de numerosos estudiantes.
La Técnica Pomodoro
Beneficios
Se trata de un método de gestión del tiempo sencillo, y extremadamente eficaz si se aplica de forma constante.
Ofrece numerosas ventajas:
- Favorece la concentración, haciendo que el cerebro se mantenga activo en períodos de tiempo lo suficientemente largos para procesar la información, pero no tanto como para que resulte tedioso.
- Ayuda a aprovechar el tiempo disponible ya que marca los plazos de una forma concreta, permitiendo que no se pierda un minuto.
- Crea un hábito y ayuda a su mantenimiento, favoreciendo además la autodisciplina y ayudando a no perder la motivación para el estudio.
- Aplicable a cualquier persona, independientemente del hábito de estudio que tenga o el tiempo que lleve sin preparar un examen.
Paso a paso
La técnica sigue un procedimiento sencillo que abarca 5 pasos:
- Haz una lista de todas las tareas que tienes que llevar a cabo, así podrás distribuirlas a lo largo del tiempo disponible. Puedes ordenarlas por prioridad, por facilidad de ejecución o por tiempo necesario.
- Una vez vayas a comenzar, prepara un temporizador de 25 minutos. Retira todo lo que te pueda distraer, y dedícate plenamente a la tarea o tareas que hayas decidido durante ese período de tiempo.
- Una vez finalizados, tómate 5 minutos de descanso, ¡Este es tu primer “Pomodoro”!
- Vuelve a los 25 minutos de concentración absoluta, a los que seguirá otra pausa de 5 minutos o “Pomodoro”. Cuando lleves 4 pomodoros, el descanso será más largo: 15 minutos.
- Repite las veces que quieras.
Trucos que marcan la diferencia
Como hemos comentado, se trata de método muy útil, pero es conveniente seguir los siguientes consejos si queremos facilitar el proceso y optimizar al máximo el tiempo de estudio:
- Aunque el criterio en el orden de ejecución de las tareas lo puedes elegir tú, es preferible priorizar las tareas por importancia. Esto es porque, a medida que estudias más y más, el cerebro acumula cansancio (por poco que sea) y no se realizan las actividades de la misma forma. Además, esto puede desembocar en estrés académico a largo plazo.
- No cambies de tarea hasta que termines la anterior, así evitarás la acumulación de tareas sin terminar y la procrastinación.
- Prepara tu zona de estudio: que todo lo que necesites esté a mano, incluido un vaso de agua o algo para picar. Todo aquello que podría hacer que te levantes de tu silla un tiempo prudencial.
- Deja el móvil apartado o con la pantalla boca abajo ¡solo son 25 minutos!
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